miércoles, 11 de mayo de 2011

Comenzar diciendo

Hace unos cuatro años intenté comenzar a escribir un blog, pero la verdad no tenía el tiempo ni el rigor para hacerlo. Así que colgué un par de entradas y no supe más de él (incluso he querido recuperarlo y no he encontrado la manera). Además, ahora que lo pienso con calma, me parece que no tenía muchas cosas que decir o al menos nada propio que pudiera resultar medianamente interesante. No es que ahora mismo estoy segura de tener un montón de cosas, pero la verdad es que me he encontrado varias pensado cosas que no caben en el Facebook o que no puedo resumir en los 140 caracteres de mi Twitter y que cuando las cuento varias personas me dice: deberías abrir un blog (típico, ¿no?). Así que si estoy viviendo en otro país por primera vez, si me pasan un montón de cosas, si conozco gente maravillosa, si leo verdaderas maravillas o auténticos bodrios, si quiero que alguien al menos sonría leyendo unas cuantas líneas, si continúo escribiendo poesía, si hay música que me inspira y otra que me aturde, si hay películas que me alegran la vida y que seguro se la alegran a millones, pues vengo y abro un blog y a ver qué tal va (esto va sonando más a autoterapia que a otra cosa, pero creo que pueden salir cosas interesantes). En fin, que nos vamos leyendo.

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